EL CREYENTE Y LA DISCIPLINA
Justificación de La Disciplina.
La disciplina es la llamada de atención de Dios para sus hijos, es su advertencia y si no atendemos a esta, entonces aplica la corrección debida y dosificada de acuerdo a su misericordia y sabiduría.
Recuerda, sí eres hijo de Dios, como el padre corrige al hijo, así mismo Dios corrige a quienes ama para su propio bien y crecimiento espiritual., para prepararnos para toda buena obra, es una demostración que somos hijos de Dios.
Una vez que hemos sido disciplinados entonces salimos de ella fortalecidos, crecidos en el Señor, la imagen de Cristo va tomando forma en nosotros.
La disciplina es provechosa, beneficiosa, saludable, deseable, cuando empezamos a ver los buenos resultados de ella, será un buen hábito someternos a la misma.
Dios otorga en esta tierra sus premios y en lo por venir la vida eterna; a Abraham lo llamó amigo-amigo de Dios-, a Moisés lo llamo el hombre más manso de la tierra, poderoso en palabra, a David, varón conforme a mí corazón, a Jesús, el Salvador del mundo, un nombre que es sobre todo nombre y a ti ¿ cómo te llama Dios?
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