Tutoriales Bíblicos.
Este tutorial bíblico tiene como objetivo presentar estudios bíblicos, temas, innovaciones, noticias, consejos, sermones basados en la Biblia, a fin de que podamos crecer en Cristo.
MISERICORDIA PARA SIEMPRE Salmo 30:1-12
Cuando la vida nos sonríe, logramos todos nuestras objetivos, los negocios nos salen bien,tenemos abundancia, comodidades, salud etc; en muchas ocasiones nos olvidamos de Dios y no tenemos tiempo para darle gracias, como sí por nuestros propios medios, capacidades y fuerzas hemos obtenido lo que poseemos.
Pero puede suceder que en un momento, tal como el salmista, quedamos al descubierto, sin nada.Una enfermedad repentina, la pérdida del empleo, la quiebra de la empresa, problemas familiares, ruptura matrimonial, entonces nos damos cuenta lo frágil de nuestra jactancia y nuestro orgullo, nos hemos olvidado qué es Dios quien nos ha provisto de todas las bendiciones de las que hemos disfrutado o tenemos.
Súbitamente somos sacados del estado de confort y somos quebrantados, somos despojados de todas aquellos soportes en los que teníamos puesta nuestra confianza y queda en evidencia lo frágil que somos.
El autor del salmo 30, David, es sorprendido por una enfermedad terminal, él mismo dice: en el salmo 38, -no hay nada sano en mi cuerpo, mis llagas supuran y hieden. Continúa diciendo en el salmo que meditamos, la muerte la sentí de cerca, pensé que me moriría en breve, mis enemigos estaban al acecho para burlarse de mí; después de haber sido yo una montaña inconmovible, escudo e inspiración para otros. Yo pensaba con orgullo que nada podía conmoverme.
Pero ahora, la adversidad, la congoja, el dolor, la enfermedad, me embarga, estoy atravesando por una noche interminable, no soporto esta situación, estoy desesperado, no encuentro salida a esta condición, la angustia y la ansiedad son mis compañeras.
En mi prosperidad me había olvidado de Dios, pero ahora estoy bajo su disciplina, después que Dios me había hecho como una roca fuerte, ahora estoy quebrantado.
Entonces, en medio de la larga y oscura noche de dolor, me postré ante Dios en oración, y dije: ven en mi ayuda, Señor !, le supliqué con lágrimas, de lo profundo de mi corazón que me socorriera,por favor ¡ayúdame!, no soporto esta situación.
Dije dentro de mí, que provecho tengo yo en la sepultura, le rogué al Señor que no me dejara morir, sino vivir para anunciar su justicia y su misericordia.
En medio de la noche interminable, con la muerte muy cerca, lista para aniquilarme, vi una luz de esperanza, un amanecer para toda la vida, para siempre, y exclamé!, por la noche vendrá el llanto pero al amanecer habrá canto en mi boca, porque El cambia mi vestido de luto en vestido de boda, el transforma mi lamento en una verdadera celebración en una fiesta inolvidable.Dios me ha restaurado.
Por toda esta experiencia hagamos como el salmista, reconozcamos a Dios en todos nuestros caminos, no esperemos que nos sobrevenga lo peor para entonces acordarnos del Señor, no nos olvidemos de sus beneficios, seamos agradecidos en compañía de los santos y no nos cansemos de anunciar sus bondades en la tierra de los vivientes.
Por la noche vendrá el lamento, pero al amanecer vendrá la alegría. Clamemos a Dios con reconocimiento y gratitud; que sus breves juicios no son comparables con su eterna bondad y misericordia.
Prohibida su reproducción sin el permiso del autor.
Edgar Esparragoza.
https://tutorialesbiblicos.blogspot.com/
MISERICORDIA PARA SIEMPRE Salmo 30:1-12
Cuando la vida nos sonríe, logramos todos nuestras objetivos, los negocios nos salen bien,tenemos abundancia, comodidades, salud etc; en muchas ocasiones nos olvidamos de Dios y no tenemos tiempo para darle gracias, como sí por nuestros propios medios, capacidades y fuerzas hemos obtenido lo que poseemos.
Pero puede suceder que en un momento, tal como el salmista, quedamos al descubierto, sin nada.Una enfermedad repentina, la pérdida del empleo, la quiebra de la empresa, problemas familiares, ruptura matrimonial, entonces nos damos cuenta lo frágil de nuestra jactancia y nuestro orgullo, nos hemos olvidado qué es Dios quien nos ha provisto de todas las bendiciones de las que hemos disfrutado o tenemos.
Súbitamente somos sacados del estado de confort y somos quebrantados, somos despojados de todas aquellos soportes en los que teníamos puesta nuestra confianza y queda en evidencia lo frágil que somos.
El autor del salmo 30, David, es sorprendido por una enfermedad terminal, él mismo dice: en el salmo 38, -no hay nada sano en mi cuerpo, mis llagas supuran y hieden. Continúa diciendo en el salmo que meditamos, la muerte la sentí de cerca, pensé que me moriría en breve, mis enemigos estaban al acecho para burlarse de mí; después de haber sido yo una montaña inconmovible, escudo e inspiración para otros. Yo pensaba con orgullo que nada podía conmoverme.
Pero ahora, la adversidad, la congoja, el dolor, la enfermedad, me embarga, estoy atravesando por una noche interminable, no soporto esta situación, estoy desesperado, no encuentro salida a esta condición, la angustia y la ansiedad son mis compañeras.
En mi prosperidad me había olvidado de Dios, pero ahora estoy bajo su disciplina, después que Dios me había hecho como una roca fuerte, ahora estoy quebrantado.
Entonces, en medio de la larga y oscura noche de dolor, me postré ante Dios en oración, y dije: ven en mi ayuda, Señor !, le supliqué con lágrimas, de lo profundo de mi corazón que me socorriera,por favor ¡ayúdame!, no soporto esta situación.
Dije dentro de mí, que provecho tengo yo en la sepultura, le rogué al Señor que no me dejara morir, sino vivir para anunciar su justicia y su misericordia.
En medio de la noche interminable, con la muerte muy cerca, lista para aniquilarme, vi una luz de esperanza, un amanecer para toda la vida, para siempre, y exclamé!, por la noche vendrá el llanto pero al amanecer habrá canto en mi boca, porque El cambia mi vestido de luto en vestido de boda, el transforma mi lamento en una verdadera celebración en una fiesta inolvidable.Dios me ha restaurado.
Por toda esta experiencia hagamos como el salmista, reconozcamos a Dios en todos nuestros caminos, no esperemos que nos sobrevenga lo peor para entonces acordarnos del Señor, no nos olvidemos de sus beneficios, seamos agradecidos en compañía de los santos y no nos cansemos de anunciar sus bondades en la tierra de los vivientes.
Por la noche vendrá el lamento, pero al amanecer vendrá la alegría. Clamemos a Dios con reconocimiento y gratitud; que sus breves juicios no son comparables con su eterna bondad y misericordia.
Prohibida su reproducción sin el permiso del autor.
Edgar Esparragoza.
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